En el cuidado de nuestros campos, cultivos, plantas, flores, árboles y arbustos hay aspectos esenciales como el riego, la poda, los injertos… Pero hoy nos gustaría destacar otro que repercute de forma muy importante en su desarrollo y que nunca deberíamos olvidar. Se trata, obviamente, del abono. Y es que del mismo modo que nuestros pequeños necesitan alimentos para desarrollarse en las mejores condiciones, las plantas también requieren nutrientes adicionales, más allá de la hidratación y de los aportes que pueden recibir de la madre tierra. Existen fundamentalmente dos tipos de abonos: los orgánicos y los químicos. Aunque tradicionalmente en los cultivos se ha empleado el fertilizante químico, hay una serie de poderosas razones que invitan a usar los abonos orgánicos y que nos gustaría compartir con vosotros: El abono orgánico o compost es un producto 100% natural procedente de animales, humanos, restos vegetales de alimentos u otra fuente orgánica…