1. Para prevenir el inminente daño de las heladas, en la medida de lo posible, se deberían tapar las plantas más delicadas con una tela o lona. A las que están en macetas les afecta aún más, puesto que se secan mucho más rápido. Si además son macetas de barro, dejándolas en el exterior corres el riesgo de que se agrieten y rompan.
2. En cuanto al riego, durante esta estación las plantas se adaptan y necesitan menos nutrientes para vivir, por lo que disminuiremos la cantidad. Si se trata del jardín, intentaremos regarlas en el momento más cálido del día (a última hora de la mañana o a mediodía). Si nos referimos a plantas de interior, intentaremos regarlas con agua tibia y no recién salida del grifo.
3. Sería recomendable aprovechar la escasa luz solar acercando las plantas de interior a alguna ventana, y apartarlas de fuentes de calor directas como puede ser un radiador, para que no se sequen.
4. En cuanto a la poda, en climas fríos como el nuestro se debe aplazar hasta finales de invierno, para evitar que se dañen tejidos recién saneados y sin cicatrizar. Con el césped tendremos especial cuidado, cortándolo menos de lo habitual, para que tenga una mayor protección.
5. Pese a ser una época complicada para la agricultura, se pueden transplantar sin mayor riesgo árboles y arbustos, y plantar aquellos de hoja caduca o raíz desnuda.
