Desde tiempos remotos, el hombre ha sentido una enorme atracción por la luna. Las culturas tradicionales han buscado la respuesta a muchas preguntas y han creado a su alrededor una mitología y creencias que llegan hasta nuestros días. Desde hombres que se convierten en lobos con solo mirar la luna llena a cambios en nuestros hábitos o comportamientos o incluso aumento de la fertlidad.
Lo cierto es que algunas de ellas han sido ratificadas con el avance de la ciencia mientras otras siguen siendo planteando incógnitas.
Una de estas teorías muy arraigada es la importancia de la fase lunar en el crecimiento y en la calidad de las plantas. Esta creencia se acabó por extender al mundo urbano hasta el punto de afirmar que cortarse el cabello en cuarto menguante hace que crezca más fuerte o si lo hacemos en luna llena crecerá más rápido y brillante.
Esta teoría se basa en la influencia que la luna tiene sobre las masas de agua que existen en la Tierra y cuyo máximo exponente son las mareas. Así, dependiendo de la fase lunar, la savia se concentrará en las raíces (luna nueva) o en las hojas (luna llena) atraída por las fuerzas gravitacionales y por tanto la primera es una época propicia para la siembra mientras que la segunda, para la recolección.
Para probar o rebatir en forma práctica la creencia de que se recogerá una cosecha más o menos abundante dependiendo de la fase lunar en que se siembre, un grupo de investigadores de la Universidad de Canberra, Australia, se interesó por el asunto al leer en la sección de jardinería del periódico un artículo sobre las mejores épocas para plantar de acuerdo con el ciclo lunar.
Este grupo de investigación se puso manos a la obra y decidió realizar veintidós plantaciones en días supuestamente «buenos» y «malos» bajo las mismas condiciones experimentales.
Un mes después se recogió la cosecha y se pesaron las plantas con el resultado de que no se detecto ninguna diferencia significativa.
Además, según recoge la revista de divulgación científica Muy Interesante, no existe ninguna prueba científica que avale que la influencia de la luna en el crecimiento y germinación de los cultivos «aunque una extendida creencia popular atribuye efectos beneficiosos al acto de plantar y cosechar en determinadas fases lunares«.
De todas formas, lo cierto es que muchos de nuestros agricultores siguen mirando al cielo y a los calendarios lunares para fijar su fecha de poda o de siembra, y muchas otras actividades relacionadas con la agricultura, tal como hacían sus ancestros. Prueba de ello es que nuestro refranero está lleno de expresiones como «En menguante, nada plantes» o «En luna llena, corta la leña».
Además, existen también multitud de espacios en la red que nos ofrecen guías de actividades a realizar dependiendo de la fase lunar en la que nos encontremos.
Y vosotros, ¿creéis que la luna influye o no en vuestras plantaciones?
1 Comentario
Enhorabuena por el enfoque científico. Una cosa que no tienen en cuenta los defensores de estas peregrinas teorías es que, si la luna influye, no será sólo cuestión del día en que se haga el trabajo sino de la hora exacta en que se haga!, pero los calendarios de siembra según la fase lunar no hablan de esto…